jueves, 13 de agosto de 2009

Fantaseando en la piscina...

Estoy tumbada sobre mi toalla, siento como los rayos del sol inundan mi cuerpo, me voy relajando y cierro los ojos. Oigo el silencio en la ciudad, algo raro estando en Madrid, y empiezo a adentrarme en mis fantasías, en mis sueños, en mis pensamientos...

De repente una imagen se viene a mi cabeza... el rostro de una chica con la que hace unos minutos me crucé en el metro en uno de esos días que me pierdo por la ciudad. Llevaba unos 10 minutos en el vagón, cuando ella apareció. Llevaba un vestido blanco, lo que hacía que llamara mucho la atención pues su piel era morena. Tenía el pelo suelto y oscuro y una carita de ángel que me desconcertó durante el resto del trayecto a través de pequeños intercambios de mirada, donde quedo todo, pues ella siguió su camino mientras yo seguía el mío.

Me la imagino haciendo su entrada en la piscina, estirando su toalla muy próxima a la mía... abro los ojos, ahí está ella, echándose crema por todo su cuerpo. Nuestras miradas coinciden y nos sonreímos pues nos hemos reconocido.... me acerco a ella, y sin saber cómo, me veo echándola crema por todo su cuerpo, empiezo a notar su piel, mis manos recorren su cuerpo centímetro a centímetro... de repente cambiamos los papeles, ahora noto como sus manos recorren de arriba a bajo el mío... estoy totalmente entregada.

Vamos hacia el agua, el notar la diferencia de temperatura del agua con respecto a mi cuerpo hace que me ruborice y me de cuenta del grado de excitación que tiene mi cuerpo. Intercambiamos miradas cómplices, nos sonreímos, hablamos, nos aproximamos, la miro los labios, nos separamos, nos juntamos,... salimos del agua, las toallas nos esperan.

Hablamos, comentamos, nos conocemos, se viene conmigo a casa.

Mientras tomamos algo, mi mano se posa en su pierna, me mira y posa sus labios sobre los míos... dejo que todo fluya, oigo su respiración, escucho la mía, observo su cuerpo mientras mis manos lo recorren desprendiendo suavemente su ropa... sus manos hacen lo propio, quedándonos lentamente desnudas... pasamos a la habitación, un lugar más cómodo, más excitadas, más entregadas,...

Cuatro manos que se pierden entre los cuerpos y que los recorren, los labios y las lenguas que se entremezclan con otros fluidos, excitación a más no poder, miradas cómplices que se hablan y se entregan, deseo en el ambiente, gemidos más altos que otros, ternura en los besos, pasión en los movimientos, entrega absoluta a nuestros cuerpos que hacen que lleguemos al momento más alto y esperado de excitación,... tumbadas nuestros cuerpos se relajan tras ese momento tan intenso que hemos vivido...

Mi voz susurra... ¿ahora podré conocer tu nombre?

Una pelota de goma golpea mi cara... un bañito en la piscina me bajará el calor que se me ha puesto.