viernes, 22 de mayo de 2009

Mi vecino...

Desde hace unos meses tengo un nuevo vecino y no es que sea un chico espectacular pero a mí me atrae poderosamente y el sonido de su voz me hace ruborizarme de aquella manera.

Casi todas las tardes al regresar del trabajo coincidimos los dos un poco antes de llegar a nuestro portal. De camino a casa siempre hablamos de temas variados y de ninguna relevancia: qué tal el día, qué tal el trabajo, del tiempo,... en fin nada especialmente novedoso.

Sin embargo cuando entramos al portal y subimos juntos en el ascensor... mil fantasías pasan por mi cabeza mientras le escucho... y es que esa voz que tiene me encanta, las expresiones que emplea, como gesticula y esa mirada que tanto me atrae. Hay veces que me cuesta mucho atenderle porque en mi imaginación no estamos hablando, estamos a otra cosa en el ascensor.

Hace ya tres días que no coincido con él pero aún estoy mojadita de cuando coincidí con él la última vez. Al llegar a su piso él se bajó del ascensor y nos despedimos pero en el mismo momento en que se estaban cerrando las puertas volvió corriendo y me dijo: Sandra, mañana nos vemos y te cuento. Esa frase me dejó impactada y unida al calor que llevaba dentro de mí, dejé que mi imaginación siguiera funcionando en mi cabeza mientras llegaba a mi piso...

Me imaginaba que al día siguiente nada más entrar al ascensor, cerrarse las puertas y sin esperármelo, él se lanzaría a mi boca, besándome con mucho deseo y pasión, moviendo sus manos por todo mi cuerpo, yo le respondería de la misma manera, con la misma intensidad, con el mismo deseo y con la misma excitación. Ambos sabríamos que ese momento no podría durar mucho pues nuestro destino pronto llegaría... él se agacharía, introduciría sus manos por debajo de mi falda y haría resbalar mi tanga sobre mis piernas de tal manera que podría comprobar que estaba preparada para lo que ambos deseábamos. Recogería mi tanga y lo introduciría en el bolsillo de su pantalón... me lanzaría hacia su cremallera mientras él no pararía de acariciarme... me giraría y me quedaría de espaldas a él... me besaría el cuello, sus manos bajarían a mi sexo, me inclinaría hacia delante... y notaría como una fuente de calor se introduciría sobre mí. No podría evitar soltar un suspiro al sentirlo... empezaría a moverse, cada vez más rápido, más fuerte,... estaría excitada, él también lo estaría, notaría el temblor de mi cuerpo, al rato notaría yo el suyo... me giraría, nos miraríamos y llegaríamos al destino. Él descendería del ascensor, yo pulsaría mi destino y cuando estuvieran a punto de cerrarse las puertas escucharía: Mañana repetimos.

Tras haber imaginado todo eso en unos pocos minutos llegue a casa, abrí la puerta y no pude evitar bajarme ese calor que tenía en mi cuerpo...

Al volver a casa hoy... se hará realidad mi fantasía?